Cuando la decisión de los
adultos es firme y se han clarificado las cuestiones fundamentales, es
necesario anunciar a los hijos la separación. Los niños, aunque sean pequeños, necesitan una cierta explicación del proceso
que está viviendo la familia, de la decisión adoptada y del proyecto de futuro.
Es conveniente ofrecerles aquellas informaciones básicas que pueden ayudarles a
entender los sucesos que se están produciendo y que le ofrezcan la imagen de
que los progenitores mantienen el control de la situación a pesar de la crisis
familiar. No es oportuno ofrecer información sobre las cuestiones adultas que no competen a los menores ni pueden asumir.
Cabe recordar que la separación o el divorcio, en el polo
negativo suponen la expresión de un desacuerdo que ha resultado irremediable.
Sin embargo, también es una ocasión en la que los adultos ofrecen a los niños
una pauta de actuación ante la necesidad de resolver eficazmente una crisis.
Considerando este factor, tendremos en cuenta el aprendizaje positivo o
negativo que puede suponer para los niños el paso por este proceso.
El momento elegido para hablar con los niños es
importante, no es posible establecer un diálogo clarificador en un ambiente
poco adecuado. Por ello, es conveniente escoger un momento en que los miembros
de la familia puedan estar relajados y concentrados en la conversación.
El curso que seguirá el diálogo, depende de muchos factores. No obstante, usted puede contar con cierta previsión si considera tres puntos fundamentales:- Una breve y muy sencilla explicación de los motivos que les han conducido a la decisión de separarse.
- Los cambios que supondrá la nueva situación y como se enfocaran.
- Asegurarse de que los niños entienden que el problema afecta a la pareja y no a su función y sus sentimientos cómo padres.
Es fundamental adaptar el lenguaje al nivel de
comprensión de sus hijos y tener cuidado con no ofrecer detalles innecesarios
del conflicto de los adultos que pudiesen influir a los niños obligándoles a
tomar partido en la disputa.
Es posible que los niños no reaccionen en la
forma que ustedes esperaban y/o que les desconcierten con preguntas que no
esperaban... Por ello, es conveniente que aborde la situación con una actitud
abierta, respetuosa y flexible que le permita adaptar su explicación a las
inquietudes que puedan manifestar sus hijos.
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