Mucho podría comentar…..en
positivo: el afecto y solidaridad de la población, el magnífico despliegue de
los colegas expertos en emergencias, la impecable investigación desarrollada
por el fiscal francés… Todo ello, al servicio de las familias que tratan de
asumir lo inasumible.
En negativo: la cobertura
mediática, aquella que nos pone a todos en situación de indefensión, la que
acusa –sin aval – a determinada psicopatología como causante del acto… aquella
que hará que muchas personas no se sientan seguras ante personas con problemas
de salud mental, la que estigmatiza… la que usa cualquier información para “vender”
sin empatizar con el efecto que ello tendrá en la población…
El sentimiento
generalizado es de indefensión, no puede ser otro. ¿Subo a un avión en el que
no se si quien lo maneja está en condiciones?, ¿Qué pasa si vuelo con una compañía
que no obliga a un miembro de la tripulación a estar en la cabina si sale uno
de los pilotos?....
Podría daros mi opinión
forense del tema, pero ello excedería lo que tengo en mente en esta ocasión.
Baste decir, lo que otros colegas ya han dicho, sufrir una depresión y realizar
una acción como esta no es una situación esperable, se aleja sobremanera de las
conductas que podemos esperar en alguien que padece esta problemática… hay que
aguardar, ver el resultado final de la investigación, no hay más remedio.
Queremos saber, porque
ello nos da la falsa ilusión de control que necesitamos, pero es una falacia en realidad… la simple
explicación de “sufría un trastorno mental” tranquiliza a la población porque
da una explicación “lógica” pero no siempre es tan sencillo…. En realidad, creo
que nunca sabremos exactamente qué es lo que realmente sucedió.
Casi todo está dicho ya sobre
los efectos del suceso, pero hay algo que no he leído ni escuchado en ningún medio…
¿Qué siente ahora mismo el piloto que vuela con un compañero al que puede que
ni conozca de vista?, ¿Miraran con suspicacia a su compañero?, ¿Confiaran en su
criterio en caso de dificultades?....
Lo más evidente siempre
es lo más fácil, pero… también hay que pensar en los colaterales y, de momento,
no he visto a nadie que hable de ello.
Finalmente, un recuerdo
emocionado para las víctimas y mi solidaridad con quienes tienen que aprender a
vivir sin ellos.